El plan de sueño consiste, en primer lugar, en entender cuál es tu objetivo, comprender lo que está sucediendo y el por qué, para poder abordar el cambio de manera realista y asentando una buena base, teniendo en cuenta las necesidades familiares y por supuesto, las del bebé.

Siempre trabajo desde un enfoque integral, teniendo en cuenta todo lo que pueda estar afectando a tu descanso.

Una vez esto esté claro, crearemos un plan de acción muy personalizado, en el que detallaré todas las pautas y cambios a implementar para conseguir tu objetivo o mejorarlo al máximo.

Cada peque es diferente y como tal,  los planes de sueño siempre son personalizados y adaptados a las necesidades de cada familia.  Estoy formada en diferentes filosofías por lo que conozco varios métodos de trabajo, y siempre lo abordaremos de la manera en que la familia se siente más cómoda.

El plan de sueño no es una barita mágica que lo soluciona todo de la noche a la mañana. Los niños no son robots y se irán adaptando a los cambios de manera progresiva. Cada niño tendrá su ritmo en función de la situación, su temperamento, su regulación emocional, su adaptación a los cambios,  entre otros. La consistencia y la perseverancia  son clave para que el peque  desarrolle un nuevo hábito.

Yo como asesora te daré todas las pautas y recomendaciones para guiarte y apoyarte en el proceso, pero eres  tu (los padres) quien debe tener la voluntad y la implicación para llevarlas a cabo.

Mi manera de trabajar no se basa en dejar a tu bebé llorando en la cuna solito hasta que se duerma, en absoluto, pero no te puedo garantizar que el bebé no llore, ya que cada bebé reaccionará de manera diferente delante del cambio.

En el caso de que el bebé se enfade (y lloré, ya que es su manera de expresar que no está de acuerdo)  siempre estarás a su lado para acompañarle y calmarle. Nunca te limitaré que le cojas ni el tiempo que puedes estar calmándolo.

Iremos aplicando los cambios de manera gradual y adaptándonos a sus respuestas para intentar minimizar el llanto lo máximo posible.

¡Por supuesto que no! No es necesario abandonar la lactancia para conseguir buenos hábitos de sueño. Como cada plan es personalizado, si deseas mantener la lactancia lo tendremos en cuenta.

En mi caso ofrezco acompañamiento de unas 3 semanas, ya que es cuando se pueden ver los resultados de los cambios de hábitos (a veces se ven en la primera semana, pero como siempre, esto dependerá del peque y/o de la consistencia por parte de los papis). Además, casi siempre es necesario hacer ajustes o cambios en lo establecido desde un principio, ya que nos iremos adaptando a las necesidades del bebé y a las tuyas, como familia.

Si tu peque se pone malito a mitad del proceso (muy habitual a estas edades) lo alargaríamos para compensarlo. Me gusta acompañar a las familias hasta que se sientan totalmente seguras 😉

También hay la opción de hacer el plan de sueño sin acompañamiento. Seguro que logras tus objetivos, pero el ritmo dependerá de ti (vosotros).  

Te aconsejo que comiences el Plan en un momento en el que puedas estar en casa para apoyar plenamente el sueño de tu peque. (Al menos durante 2 semanas).

Durante estas semanas te recomiendo no hacer demasiados planes que puedan alterar su  rutina. Como he comentado, la consistencia es la clave para llevar a cabo cualquier cambio. Además, cuando son tan peques cualquier cambio, por pequeño que parezca, les puede afectar muchísimo y esto nos dificultaría avanzar en el proceso.